La tragedia de los comunes

En 1968, Garrett Hardin publicó en la revista Science un artículo titulado «Tragedy of the commons», en el que explicaba el daño que la acción humana puede provocar en el medio ambiente, incluso de forma involuntaria. El impacto de este artículo fue tal, que dio paso a la teoría de la tragedia de los comunes.

Hardin contó en su artículo la historia de varios ganaderos que pastaban sus vacas en una zona dehesa comunal. Desde el punto de vista de cada uno de los pastores, es racional aumentar su ganado porque de este modo sus beneficios aumentarán. Sin embargo, cada una de las vacas adicionales que un pastor incorpore provocará una disminución de los recursos de la zona de pasto común. Si cada uno de los pastores actúa de forma racional y añade más vacas, a largo plazo, la tierra estará sobreexplotada y la hierba dejará de crecer.

Desde el punto de vista de cada uno de los ganaderos, es racional aumentar su propio ganado para obtener mayores beneficios mientras el coste de sobreexplotar la tierra se reparte entre todos.

Determinadas acciones que son racionales para un individuo son irracionales para el grupo.

Con este ejemplo Garrett Hardin ilustró la tragedia de los comunes, un término que refleja las consecuencias que tienen lugar cuando un recurso limitado se trata como si fuera propiedad de todo el mundo y se abusa de él.

Hardin propuso que para regular estas situaciones el sentido común y el altruismo no eran suficientes y que la mejor manera de administrar los bienes comunes es garantizar los derechos de propiedad. La propuesta de Hardin es que los gobiernos limiten el uso de los recursos comunes e incluso los privaticen, una propuesta que sigue generando muchas controversias, ya que estas medidas podrían implicar la privatización de un recurso como el agua.

Una de las voces que puso en entredicho las soluciones propuestas por Hardin fue la economista Elinor Ostrom.

Elinor Ostrom, a través de un extenso trabajo de campo en varias regiones del mundo, entre las cuales se encuentran México, Uganda, Californa, Nepal o la Índia, demostró que hay comunidades que administran los recursos comunes de forma sostenible, sin recurrir a los mecanismos formales de los gobiernos o la privatización. Lo que hacen los miembros de estas comunidades es cumplir una serie de normas implícitas, basándose en la confianza y en unas cuantas reglas formales que los propios miembros de la comunidad determinan, supervisan y hacen cumplir, recurriendo a una escala gradual de sanciones.

Este «Análisis de la gobernanza económica, especialmente de los recursos compartidos» le valió a Elinor Ostrom el Nobel de Economía en 2009.

El siguiente vídeo explica la teoría de la tragedia de los comunes, las propuestas de Garrett Hardin y las ideas aportadas por Elinor Ostrom.

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